Los doce meses transcurridos desde la primera aparición de este blog ni modifican su contenido y conclusiones, ni les agregan novedades realmente sustanciales.
Así pues, salvo algunos datos e inexactitudes que he revisado y puesto al día he preferido no tocarle a un texto muy elaborado ya y cuyas preocupadas deducciones son las que eran.
En un decenio, al ceder un poco -o acaso bastante - los tabúes antievolucionistas a que el blog alude, ha aumentado la lista de los renovadores del periodismo, escritura o simplemente afición a un hobby que es el escribir en un momento de inspiración, y es el tiempo en curso el que puede apartar claramente el trigo de la paja. Disminuyó la producción del tema, aunque sin llegar a la anemia, y se mantuvo la bibliográfíca, con aportaciones - por mencionar solo algunas- Pero ni estos ni otros alteran los hechos del mensaje final de este blog: en pugna con un medio nacional progresivamente más tecnificado, si bien es cierto que el arte de escribir no ha perdido tono y presencia, también lo sigue siendo que su manantial y su marco naturales continúan recibiendo el impacto de los nuevos tiempos, con inevitables compromisos y problemas para susustancia añeja y su futuro. Sin embargo, ese futuro quizá no se nos presente ahora tan oscuro como se nos presentaba, ya que, contra la acometida tecnológica y pese a la creciente intensidad de su empuje, las reinvidicaciones racionalistas y regionalistas que tratan hoy de sacar cabeza, y las propias capacidad y voluntad de supervivencia de la escritura, están ayudando a su conservación, difusión y renovación cuando se ha cumplido un plazo que, erróneamente por suerte, llegamos a prever tan decisivo como funesto. En esa cualidad de resistencia, en esas valoración y atención a los problemas del arte de escribir, y en sus facultades de ajustarse - sin deteriorarse- a la galopante y zarandeada coyuntura histórica en que nos encontramos, es en lo que hay que confiar para el día de mañana, si es que es posible confiar en algo.
Amigo y compania, que nos veamos todos los dias
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