lunes, 16 de marzo de 2015

No pierdo un trabajo gano una vida. *

Al plantearte una ilusión una motivación en la vida, no debes dejar de intentarlo y seguir para adelante aunque haya personas que te desean lo peor para ti, tú debes seguir luchando y no dejarte vencer, tus motivos de lucha y de capacidad de seguir en esta vida no deberían desvanecerse a si por que si, al contrario tienen que alimentarse con cariño y esfuerzo para construir una nueva vida en este mundo de envidias y locuras.


Arturo Pérez-Reverte: “De nada sirven las urnas si el que mete la papeleta es un analfabeto”



El trabajo es un área de la vida muy importante, ya que pasamos muchas horas a lo largo de nuestra vida y porque además de la satisfacción por el salario, está la satisfacción personal por un trabajo bien hecho (nos mueven emociones como “sentirme válido”). Por lo que describes no te sientes motivado (“puedo hacer poco”) ni satisfecho (te gusta lo que haces, aunque no te gusta el cómo lo haces).
Frederick Herzberg, un famoso psicólogo, describió que la relación de un individuo con su trabajo es elemental y que su actitud hacia el trabajo puede determinar el éxito/fracaso del individuo. Herzberg afirma que dos factores afectan los sentimientos de los trabajadores en sus empleos:
• Factores motivadores: incluyen el trabajo en sí mismo, el reconocimiento, la responsabilidad y los ascensos. Todos ellos se relacionan con los sentimientos positivos de los empleados acerca de su trabajo, los que a su vez se relacionan con la experiencia de logro, reconocimiento y responsabilidad del individuo. Los motivadores son factores intrínsecos, vinculados directamente con la satisfacción en el trabajo y que pertenecen en gran parte al mundo interno de la persona.
• Factores de higiene: incluyen las políticas de administración de la organización, la supervisión técnica, los beneficios sociales, las condiciones de trabajo y las relaciones interpersonales. Todos estos se relacionan con los sentimientos negativos de las personas hacia su trabajo y con el ambiente en el cual éste se realiza. Los factores de higiene son extrínsecos, es decir externos al trabajo, actúan como recompensas a causa del alto desempeño si la organización lo reconoce. Cuando dichos factores higiénicos están en el trabajo, los empleados no están insatisfechos.
Puedes trabajar en dos vertientes:
I. Motívate en tu trabajo actual: reflexiona sobre estas preguntas: ¿qué puedes hacer diferente a lo que has hecho hasta ahora?, ¿puedes pedir más responsabilidad?, ¿puedes cambiar el proceso de tu trabajo? Intenta trabajar en estos factores para sentirte más motivado en tu trabajo, mientras puedes buscar otro trabajo.
II. Busca una actividad que te apasione: cambiar de trabajo te va a requerir un conocimiento más profundo sobre ti mismo. Eduardo Punset afirma: “Lo importante es elegir una actividad que desarrolle lo que son las cualidades innatas de cada uno y hacerlo concentrando todos nuestros esfuerzos y recursos en ello”. Reflexiona sobre estas preguntas: 1.¿Qué se me da bien?, ¿cuáles son mis habilidades, mis fortalezas?, puedes preguntar en tu entorno (a tu pareja, a tus amigos, a tus compañeros de trabajo). Elabora una lista con tus fortalezas; 2.¿Qué me gusta?, ¿qué roles de trabajo me interesan?, ¿qué sectores me atraen?, ¿qué tipos de trabajo me llaman la atención?. Elabora una lista con los trabajos que te atraen; 3. Mira en internet la descripción de dichos puestos de trabajo, ¿qué solicitan? Añade a la lista de trabajos, los requisitos solicitados; 4. ¿Qué tengo que mejorar para conseguir dicho trabajo que quiero?, ¿qué me falta? (mis debilidades); 5. Plantéate un plan de acción con objetivos en el corto, medio y largo plazo. Si sientes que sólo no puedes, busca un coach laboral que te ayude en este proceso de cambio de trabajo.


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